México se sitúa en la posición número 22 dentro del listado de variación del salario de países pertenecientes a la OCDE, destacando como el país con el salario mínimo más bajo de la organización; puesto que cerró 2017 con 88.36 pesos.
Dado que este es año de aumento salarial y considerando que los precios de los productos básicos se han incrementado de manera importante, las demandas deberán estar por arriba de 6% e incluso hasta 10%, según las consideraciones de los líderes sindicales y especialistas laborales.
Pese a lo anterior, el análisis de consultoras como Mercer indica que los incrementos a los salarios no irán más allá de 5%; no obstante, las organizaciones sindicales de sectores como minería, telefonistas o radio y televisión, consideran que el incremento debe estar acorde con el comportamiento de los precios de la canasta básica.
Sin embargo, y aunado a la opinión de los lideres, es preciso recordar que el salario mínimo para este año registró un incremento de 10.4% aprobado por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos; mientras que en el 2017 el aumento fue de 9.6%; de ahí que las organizaciones sindicales sostengan que los salarios contractuales deberán fijarse a partir de 10% de incremento.
El último reporte del Banco de México sobre las revisiones salariales contractuales informó que el promedio de aumento fue de 5.08%; siendo las empresas privadas las que otorgaron el mayor incremento, las públicas apenas 3.9 por ciento.
En todo caso, se espera que este año haya fuertes presiones en las demandas salariales; pues todos buscarán que se reconozcan los altos niveles inflacionarios que han afectado a los trabajadores.